Saltar al contenido

No me siento Orgulloso del Orgullo

27 enero, 2011

Tengo ganas de escribir algunas entradas sobre este sentimiento que muchas veces nos embarga y que para muchos es también un valor. Mi idea es presentar cómo muchas veces es más una debilidad que algo que debemos desear.

Comienzo por un cuento que escuché por ahí:

El emperador de China se acercó a su maestro y consejero de toda la vida para preguntarle: «Maestro, ¿Me podrías explicar qué es el orgullo?»

A lo que el anciano respondió: «¿El orgullo? Pero qué pregunta más infantil, un hombre inteligente y poderoso como tú ya debería saber esas cosas.»

Entonces el emperador sorprendiéndose de la respuesta, le dijo: «Pero maestro. Ten cuidado con quien hablas, ¿por qué me respondes así?»

– «Porque alguien que hace ese tipo de preguntas no merece ser emperador, me sorprende tu ignorancia».

Estas palabras calaron hondo en el emperador, quien se consideraba una persona sabia y ruborisándose al ver como el anciano lo ridiculizaba frente a sus guardias y consejeros, alzó la voz diciendo: » ¡Anciano insolente!, ya me harté de ti. Guardias, arresten a este viejo insulso y mándenlo a azotar a ver si aprende a respetar a su emperador.»

Entonces el sabio anciano postrándose temeroso ante sus pies le dijo: «Ilustre emperador, ten compasión de mí, lo único que hecho es hacerte sentir lo que es el orgullo, ahora todo tu cuerpo está poseído por él y mis necias palabras sólo han buscado que lo comprendas. ¡Por piedad perdóname!»

Y el orgulloso emperador aún algo irritado le dijo: «No puedo negar tu gran sabiduría, pero aún así debes recibir un castigo por tu insolencia ante el emperador. Guardias, llévenlo al calabozo donde pasará la noche, trátenlo bien eso sí porque todavía tiene mucho que enseñar.»

No comments yet

Deja un comentario